CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS - MISAS


2 de Noviembre 
(El 3 si el 2 cae en Domingo.)
CONMEMORACIÓN
 DE LOS 
FIELES DIFUNTOS
(Doble. -Ornamentos negros )
   La fiesta de Todos los Santos nos trae naturalmente a la memoria el recuerdo de las almas santas que, cautivas en el purgatorio para expiar en él sus culpas veniales o bien para satisfacer la pena temporal debida por sus pecados, están, sin embargo, confirmadas en gracia, y algún día entrarán en el cielo. Así que, después de haber celebrado la Iglesia en medio del regocijo la gloria de los Santos que constituyen la Iglesia del cielo, la Iglesia de la tierra extiende su maternal solicitud hasta aquel lugar de indecibles tormentos en que se ven sumidas almas que también pertenecen a la Iglesia, a la Iglesia que llamamos purgante. En este día, dice el Martirologio romano,la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos, en la cual nuestra común y piadosa madre la Iglesia, después de haber tratado de honrar con dignos loores a todos los hijos suyos que tiene ya gozando en el cielo, se esfuerza por ayudar con poderosos sufragios cerca de Cristo, su Esposo y Señor, a todos los que aún gimen en el purgatorio, a fin de que cuanto antes se sumen a la sociedad de los moradores de la Ciudad celestial. .
   En ninguna parte como aquí anuncia la liturgia de una manera tan explícita la misteriosa trabazón que estrecha a la Iglesia triunfantecon la militante y la purgante, y nunca tampoco aparece más claro el doble deber de caridad y de justicia que fluye naturalmente de su misma incorporación al cuerpo místico de Cristo. Sabemos que, en virtud del dogma de la Comunión de los santos, los méritos y sufragios de los unos vienen a ser también de los demás, en virtud de una comunidad de bienes espirituales; de manera que, sin mermar los derechos de la divina Justicia, que con todo rigor se nos aplican al fin de nuestra vida, la Iglesia puede unir aquí su oración con la del cielo y suplir por lo que falta a las almas del Purgatorio, ofreciendo a Dios por ellas mediante la santa Misa, las indulgencias, las limosnas y los sacrificios de sus hijos, los méritos sobreabundantes de la Pasión de Cristo y de sus místicos miembros. De ahí que la liturgia, cuyo centro es el sacrificio del Calvario continuado en el altar ha sido siempre el medio empleado por la Iglesia para practicar con los Fieles Difuntos el deber de la caridad, que nos manda atender a las necesidades del prójimo, cual si fueran propias, en virtud siempre de ese lazo sobrenatura1 y apretadísimo que une en Jesús al cielo con la tierra y el Purgatorio.
   La liturgia de los Difuntos es tal vez la más hermosa y más consoladora de todas. A diario, al fin de las Horas del Oficio divino, se encomiendan a la misericordia divina las almas todas de los Fieles Difuntos. En la Misa el sacerdote ofrece el Sacrificio por los vivos y los muertos (Súscipe), y en un Memento especial, pide al Señor se acuerde de sus siervos y siervas que, habiendo muerto en Cristo, duermen ahora el sueño de la paz y les haga pasar al lugar de refrigerio, de luz y de paz
   La solemne conmemoración de todos los Fieles Difuntos se debe a S. Odilón, cuarto abad del célebre monasterio benedictino de Cluny. Él fue quien la instituyó en 998, y mandó celebrarla en día como hoy
(1). La influencia de aquella ilustre y poderosa Congregación hizo se adoptara bien pronto este uso en todo el orbe cristiano, y que este día fuese en algunas partes fiesta de guardar. En España, en Portugal y en la América del Sur, que de ella dependían, Benedicto XIV había concedido celebrar tres misas el 2 de Noviembre, y Benedicto XV, el 10 de Agosto de 1915 autorizó lo mismo a todos los sacerdotes del mundo católico.
   La Iglesia nos recuerda en una Epístola, sacada de San Pablo, que los muertos resucitarán, y nos manda esperar, porque en este día nos tornaremos a ver todos en el Señor. La Secuencia describe gráficamente el Juicio final, en que los buenos serán separados por siempre de los malos. El Ofertorio recuerda que S. Miguel es quien introduce las almas en el cielo, porque, dicen las oraciones de larecomendación del alma, él es el Jefe de la milicia celestial, entre la cual se han de poner los hombres, ocupando los sitiales dejados vacíos por los ángeles malos.
   "Las almas del Purgatorio, declara el Concilio de Trento son socorridas por los sufragios de los fieles y, señaladamente por el Sacrificio del altar". Y la razón es que, en la Santa Misa el sacerdote ofrece oficialmente a Dios el precio de las almas: la Sangre del Salvador. Jesús mismo está presente bajo las especies de pan y vino, que recuerdan al Padre el Sacrificio del Gólgota. y asegura la aplicación de su virtud expiatoria a esas almas.
   Asistamos en este día al Santo Sacrificio de la Misa. En él pide la Iglesia a Dios conceda a los difuntos. que no pueden valerse a sí mismos, la remisión de todos sus pecados (Or.) yel eterno descanso (Intr., Grad., Com.). Visitemos los cementerios en donde descansan sus cuerpos
(2), hasta el día en que suene la trompeta y resuciten para revestirse de la inmortalidad y alcanzar, por Jesucristo, la victoria sobre la muerte (Ep.) 
PRIMERA MISA(3)
   Cuando en una iglesia se canta hoy alguna Misa, se toma el texto de esta 1ª, aunque la cantada sea, en el orden, la 3ª. 
Introito.
    INTROITUS Réquiem aetérnam dona eis, Dómine: et lux perpétua luceat eis. Ps. Te decet hymnus, Deus, in Sion, et tibi reddétur votum in Jerúsalem: exáudi oratiónem meam, ad te omnis caro véniet. - Réquiem aetérnam, dona eis, Dómine: et lux per pétua lúceat eis.   Introito - Dales, Señor, el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua. -Ps. El Cielo te debe, oh Dios, un himno de alabanza, y en la celestial Jerusalén te será tributado un homenaje en nuestro nombre: escucha mi oración, pues a Ti ha de volver todo hombre. - Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz perpetua. 
Oración-Colecta
   ORATIO - Fidélium, Deus, ómnium Cónditor et Redémp tor: animábus famulórum famularúmque tuárum remissiónem cunctórum tribue peccatórum; ut indulgéntiam, quam semper optavérunt, piis supplicatiónibus consequántur: Qui vivís.   R. Amen       Oh Dios, ¡Creador y Redentor de todos los fieles! concede a las almas de tus siervos y siervas la remisión de todos sus pecados: a fin de que, por estas piadosas súplicas, consigan el perdón que siempre desearon: Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.   RAmen.
Epístola
   Todos hemos de resucitar un día, pero no todos para ir al Cielo, y nuestra resurrección será una derrota para la muerte. 
EPISTOLALectio Epistolae beati Pauli Apostoli ad Corinthios (1, 15, 51-57) -Fratres:  Ecce mystérium vobis dico: Omnes quidem resurgémus sed non omnes immutábimur. In moménto, in ictu óculi, in novíssíma tuba: canet enim tuba, et mórtui resúrgent incorrúpti: et nos immutábimur. Oportet enim corruptibile hoc indúere incorruptiónem: et mortále hoc indúere immortalitátem. Cum autem mortále hoc indúerit immortalitátem, tunc fiet sermo, qui scriptus est: Absórpta est mors in vic tória. Ubi est, mors, vic- tória tua? ubi est, mors, stímulus tuus? Stímulus autem mortis peccátum est: virtus yero peccáti lex. Deo autem grátias, qui dedit nobis victóriam per Dóminum nostrum Jesum Christum. 

   Lección de la Epístola del Apóstol S. Pablo a los Corin tios. - Hermanos: Voy a proponeros un misterio: «Todos hemos de resucitar; mas no todos seremos mudados.» En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, al son de trompeta, porque sonará la trompeta y los muertos resucitarán incorruptibles, y entonces nosotros seremos renovados. Porque es menester que este cuerpo corruptible se re vista de incorruptibilidad y que este cuerpo mortal se re vista de inmortalidad. Pues, cuando este cuerpo mortal se hubiere revestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: « La muerte ha sido devorada por la victoria. » ¿ Dónde está, muerte, tu victoria? ¿ Dónde está, muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pe cado, y la fuerza del pecado es la Ley. Pero demos gracias a Dios, que nos dio la victoria por nuestro Señor Jesucristo.
    GRADUALE (4 Esdr. 2, 34 et 35Réquiem aetérnam dona eis, Dómine; et lux perpétua lúceat eis. V. In memória aetéma erit justus: ab auditióne mala non timébit.   TACTUS. - Absólve, Dómine, ánimas ómnium fidélium defunctórum ab omnivínculo delictórum. V. Et grátia tua illis succurrénte, mereántur evádere judícium ultiónis. V.  Et lucís retémre beatitúdi De pérfrui.   Gradual - Dales, Señor, el eterno descanso, y la Luz perpetua les alumbre. Salmo. Eterna será la memoria del justo; no temerá oír nada que le aflija.
   
Tracto - Libra, Señor, las almas de todos los fieles difuntos de toda atadura de pe cado. V. Y que, ayudándoles tu gracia, merezcan evitar el juicio de venganza. V. Y gozar de la bienaventuranza de la Luz eterna.
Secuencia(4)
   l. Dies irre, dies illa, Solvet saeclum in favílla: - Teste David cum Sibylla
  
   2. Quantus tremor est futúrus, -  Quando judex est ventúrus  - Cuncta stricte discussúrus! 
 
   3. Tuba mirum spargens sonum - Per sepúlcra regiónum, - Coget omnes ante thronum. 
 
4. Mors stupébit et natúra, - Cum resúrget creatúra, ludicánti responsúra. 
 
5. Liber scriptus proferétur, - In quo totum continétur, Unde mundus judicétur. 
 
6. Judex ergo cum sedébit, - Quidquid latet apparébit: - Nil inúltum remanébit. 
 
7. Quid sum miser tunc dictúrus? - Quem patrónum rogatúrus? - Cum vixjustus sit secúrus. 
     
8. Rex treméndre majestátis, - Qui salvándos salvas gratis, - Salva me, fons pietátis. 
 
9. Recordáre, Jesu pie. - Quod sum causa tuae vire: Ne me perdas illa die. 
 
10. Qurerens me, sedfsti lassus: - Redemísti crucem passus: Tantus labor non sit cassus. 
 
11. Juste judex ultiónis, - Donum fac remissiónis Ante diem ratiónis. 
 
12. Ingemfsco, tamquam reus: -  Culpa rubet vultus meus: Supplicánti parce, Deus. 
  
13. Qui Maríam absolvísti. - Et latrónem exaudfsti, Mihi quoque spem dedísti. 
 
14. Preces mere non sunt dignre :
Sed tu bonus fac benígne, Ne perénni cremer igne.
15. .Inter oyes locum prresta, - Et ab hredis me sequéstra, Státuens in parte dextra. 
 
16. Confutátis male- díctis, - Flammis ácribus addíctis : Voca me cum benedíctis. 
 
17. Oro supplex et acclínis, - Cor contrltum quasi cinis: - Gere curam mei finis. 
 
18. Lacrimósa dies il!a, Qua resúrget ex favílla.
19. Judicándus horno reus: - Huic ergo, parce Deus. 
 
20. Pie Jesu Dómine, Dona eis réquiem. Amen.
   1. ¡Oh día de ira aquél en que el mundo se disolverá, atestiguándolo David y la Sibila!
   2. ¡Cuán grande será el terror, cuando el Juez venga a juzgarlo todo con rigor!   
   3. La trompeta, al esparcir su atronador sonido por la región de los sepulcros, reunirá a todos ante el trono de Dios.
    4. La muerte se asombrará y la naturaleza, cuando resucite la criatura, para responder ante el Juez.
   5. Abriráse el libro en que está escrito todo aquello de que el mundo ha de ser juzgado.
   6. Luego que el Juez se hubiere sentado, aparecerá todo lo oculto; nada quedará sin venganza.    
7. ¿ Qué he de decir entonces yo miserable? ¿A qué valedor acudiré, cuando aun el justo apenas estará seguro?
8. ¡Oh Rey de terrible majestad, que a los que se han de salvar los salvas gratuitamente! sálvame, fuente de bondad.
9. Acuérdate, piadoso Jesús, de que soy causa de que vinieses al mundo; no me pierdas en aquel día.    
10. Al buscarme, fatigado te sentaste; me redimiste su friendo en la cruz; que no sea vano tanto trabajo.
11. ¡Oh justo Juez de las venganzas! concédeme el perdón antes del día de la cuenta.
12. Gimo como reo; la culpa ruboriza mi cara. Perdona, Señor, al que te lo suplica.
13. Tú que perdonaste a María (Magdalena), y oíste al buen Ladrón, y a mí mismo me diste esperanza,
14. Mis plegarias no son dignas; pero Tú bueno, muéstrate benigno, para que no arda yo en el fuego eterno.
15. Dame un lugar entre tus ovejas, y apártame de los cabritos, colocándome a tu lado derecho.
16. Arrojádos los malditos a las llamas eternas, llámame con los benditos.
17. Ruégote suplicante y anodadado, con el corazón deshecho como el polvo, que tengas cuidado de mi fin.
18. ¡Oh día de lágrimas aquel en que saldrá del polvo  
19. El hombre para ser juzgado como reo! Perdona a éste Señor.
20. Piadoso Señor Jesús, dales el descanso. Amén. 
Evangelio
      La resurrección final será para buenos y malos, nadie podrá resistir la voz del Hijo de Dios: los buenos resucitarán para el Cielo, los malos para el infierno. Lo dice Dios, que no puede engañarse ni engañaros.
USequéntia sancti Evangélii secúndum Joanem ( 5, 25-29)
   In illo témpore: Dixit Jesus turbis Judeorum:  amen, amen dico vobis, quia venit hora, et nunc est, quando mortui audient vocem Filii Dei: et qui audierint vivent. Sicut enim Pater habet vitam in semet ipso, sic dedit et Filio vitam habere in semet ipso;  et potestatem dedit ei et iudicium facere, quia Filius hominis est. Nolite mirari hoc, quia venit hora, in qua omnes, qui in monumentis sunt, audient vocem Filii Dei: et procedent, qui bona fecerunt, in resurrectionem vitae: qui vero mala egerunt in resurrectionem iudicii.

Credo.
  Continuación del Santo Evangelio según S. Juan  En aquel tiempo:  dijo Jesús a las turbas de los judíos: En verdad, en verdad os digo, que viene la hora, y ésta es, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y aquellos que la escucharen vivirán.  Porque, así como el Padre tiene en Sí mismo la vida, así también a dado al Hijo el tener la vida en Sí mismo, y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No os extrañéis de esto; pues vendrá tiempo en que todos los que están en los sepulcros oirán la voz del Hijo de Dios; yresucitarán los que obraron bien para la resurrección de vida; pero los que obraron mal para la resurrección de juicio. -Credo.
    OFFERTORIUM Dómi ne Jesu Christe, Rex glóriae, libera ánimas óm nium fidélium defunctó rum de prenis inférni et de profúndo lacu: libera eas de ore leónis, ne absór beat eas tártarus, ne ca dant in obscúrum: sed sígnifer sanctus Mfchael reprreséntet eas in lucero sanctam: Quam olim Abrahae promisfsti, et sé mini ejus. V. Hóstias et preces tibi, Dómine, lau dis offérimus: tu súscipe pro animábus illis, quarum hódie memóriam fá cimus: fac eas, Dómine, de morte transire ad vitam. Quam olim Abrahae promisísti et sémini ejus.    Ofertorio -  Oh Señor Jesucristo, Rey de la gloria, libra a las almas de todos los fieles difuntos de las penas del infierno y del profundo lago; líbralas de la boca del león, para que no las trague el abismo, ni caigan en las tinieblas, sino que el abanderado de los Ángeles, San Miguel, las conduzca a la luz santa. Que en otro tiempo prometiste a Abrahán y a su descendencia. V. Te ofrecemos, Señor, súplicas y hostias de alabanza; recíbelas en sufragio de aquéllas almas cuya memoria hoy celebramos; haz, Señor, que ellas pasen de la muerte a la vida. Que en otro tiempo prometiste a Abrahán y a su descendencia(5)
Oración-Secreta
    Hóstias, quaesumus, Dómine, quas : tibi pro animábus famu lórum famularúmque tu árum offérimus, propitiá tus inténde: ut, quibus j fidei christiánae méritum contulisti, dones et prlé mium. Per Dóminum. Per Dominum.    Suplicámoste, Señor, mires propicio estas hostias, que por las almas de tus siervos y siervas te ofrecemos; y pues les diste el mérito  de la fe cristiana, dales también el premio. Por Nuestro Señor Jesucristo, etc.  
Prefacio de los Difuntos
    VERE dignum et justum est, requum et salutáre, nos tibi semper, et ubique grátias ágere: Dómine sancte, Pater omnipotens, retéme Deus: per Christum Dóminum nostrum. In quo nobis spes beátre resurrectiónis effúlsit, ut quos contristat certa moriéndi conditio, eósdem consolétur futúrre immortalitátis promissio. Tuis enim fidélibus, Dómine, vita mutátur, non tóllitur, et dissolúta terréstris hujus incolátus. Et ídeo, cum Angelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia caeléstis exércitus, hymnum glórire tuae cánimus, sine fine dicéntes:   Sanctus, Sanctus, Sanctus...

   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar, Señor Santo, Padre todopoderoso, Dios eterno, por Cristo nuestro Señor. En Él brilló para nosotros la esperanza de la resurrección dichosa; para que, al contristarnos la cierta condición de que hemos de morir, nos consuele la promesa de la futura inmortalidad. Pues para tus fieles, Señor, la vida se muda, no fenece, y deshecha la casa de esta terrena morada, se adquiere la eterna habitación en los cielos. Y por eso, con los Ángeles y Arcángeles, con los Tronos y Dominaciones y con toda la milicia del ejército celestial cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo, etc.
   COMMUNIO ( 4 Esdr. 2, 35 et 34). - Lux retérna lúceat eis, Dómine: curo Sanctis tuis in retérnum; quia pius es. V. Réquiem aetérnam dona eis, Dómi ne; et lux perpétua lúceat eis. V. Curo Sanctis tuis in retérnum; quia pius es. 
   Comunión. - La Luz eterna les alumbre, Señor, en compañía de tus Santos por siempre, porque eres piadoso. V. Dales, Señor, descanso eterno, y la luz perpetua les alumbre. V. En compañía de tus Santos por siempre, porque eres piadoso.
Oración-Postcomunión
    Animábus, qulésumus, Dó mine, famulórum famu larúmque tuárum orátio
proficiat supplicántium ut eas et a peccátis ómni bus éxuas et ture redem ptiónis fácias esse parti cipes: Qui vivís.
   Aprovechen, Señor, a las almas de tus siervos y siervas nuestras humildes súplicas; para que las libres de las ataduras de todos sus pecados y las hagas participantes del fruto de tu redención. Tú que vives y reinas.

2 de Noviembre 
(El 3 si el 2 cae en Domingo.)
CONMEMORACIÓN
 DE LOS 
FIELES DIFUNTOS
SEGUNDA MISA
(Doble. -Ornamentos negros )
SEGUNDA MISA
   Cuando en una iglesia se canta hoy alguna Misa, se toma el texto de esta 1ª, aunque la cantada sea, en el orden, la 3ª. 
Introito.
    INTROITUS Réquiem aetérnam dona eis, Dómine: et lux perpétua luceat eis. Ps. Te decet hymnus, Deus, in Sion, et tibi reddétur votum in Jerúsalem: exáudi oratiónem meam, ad te omnis caro véniet. - Réquiem aetérnam, dona eis, Dómine: et lux per pétua lúceat eis.   Introito - Dales, Señor, el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua. -Ps. El Cielo te debe, oh Dios, un himno de alabanza, y en la celestial Jerusalén te será tributado un homenaje en nuestro nombre: escucha mi oración, pues a Ti ha de volver todo hombre. - Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz perpetua. 
Oración-Colecta
   ORATIO - Deus, indul gentiárum Dómine: da animábus famulórum fa mularúmque tuárum re frigérii sedem, quiétis bea titúdinem. et lúminis claritátem.  Per Dóminum.   R. Amen       Oh Dios y Señor indulgente, concede a las almas de tus siervos y siervas lugar de refrigerio, feliz descanso y la claridad de la luz eterna. Por nuestro Señor.   RAmen.
Epístola   
EPISTOLA   Léctio libri Machabaeorum . (2, 12, 43-46) -In diébus illis: Vir fortissi mus Judas, facta colla tióne, duódecim millia drachmas argénti misit Jerosólymam, offérri pro peccátis mortuórum sacrificium, bene et religió se de resurrectióne cógi tans (nisi enim eos, qui cecíderant, resurrectúros speráret, supérfluum vi- derétur, et vanum oráre pro mórtuis): et quia con siderábat quod hi, qui curo pietáte dormitiónem accéperant, óptimam ha- bérent repósitam grátiam. Sancta ergo, et salúbris est cogitátio pro defún- ctis exoráre, ut a peCCá- ¡lis solvántur.   Lección del libro de los Macabeos. -  Hermanos:  - En aquellos días, el esforzadísimo Judas, habiendo hecho una colecta, envió doce mil dracmas de plata a Jerusalén, para que se ofreciese un sacrificio por los pecados de los difuntos; teniendo, como tenía, buenos y religiosos sentimientos acerca  de la  resurrección (pues, si no esperase que los muertos habían de resucitar, habría tenido por cosa superflua e inútil rogar por los difuntos); y porque consideraba que a los que habían muerto después de una vida piadosa les estaba reservada una gracia grande. Porque es santo y saludable el pensamiento de rogar por los difuntos, para que sean libres de sus pecados.
    GRADUALE (4 Esdr. 2, 34 et 35Réquiem aetérnam dona eis, Dómine; et lux perpétua lúceat eis. V. In memória aetéma erit justus: ab auditióne mala non timébit.   TACTUS. - Absólve, Dómine, ánimas ómnium fidélium defunctórum ab omnivínculo delictórum. V. Et grátia tua illis succurrénte, mereántur evádere judícium ultiónis. V.  Et lucís retémre beatitúdi De pérfrui.   Gradual - Dales, Señor, el eterno descanso, y la Luz perpetua les alumbre. Salmo. Eterna será la memoria del justo; no temerá oír nada que le aflija.
   
Tracto - Libra, Señor, las almas de todos los fieles difuntos de toda atadura de pe cado. V. Y que, ayudándoles tu gracia, merezcan evitar el juicio de venganza. V. Y gozar de la bienaventuranza de la Luz eterna.
Secuencia
   l. Dies irre, dies illa, Solvet saeclum in favílla: - Teste David cum Sibylla
  
   2. Quantus tremor est futúrus, -  Quando judex est ventúrus  - Cuncta stricte discussúrus! 
 
   3. Tuba mirum spargens sonum - Per sepúlcra regiónum, - Coget omnes ante thronum. 
 
4. Mors stupébit et natúra, - Cum resúrget creatúra, ludicánti responsúra. 
 
5. Liber scriptus proferétur, - In quo totum continétur, Unde mundus judicétur. 
 
6. Judex ergo cum sedébit, - Quidquid latet apparébit: - Nil inúltum remanébit. 
 
7. Quid sum miser tunc dictúrus? - Quem patrónum rogatúrus? - Cum vixjustus sit secúrus. 
     
8. Rex treméndre majestátis, - Qui salvándos salvas gratis, - Salva me, fons pietátis. 
 
9. Recordáre, Jesu pie. - Quod sum causa tuae vire: Ne me perdas illa die. 
 
10. Qurerens me, sedfsti lassus: - Redemísti crucem passus: Tantus labor non sit cassus. 
 
11. Juste judex ultiónis, - Donum fac remissiónis Ante diem ratiónis. 
 
12. Ingemfsco, tamquam reus: -  Culpa rubet vultus meus: Supplicánti parce, Deus. 
  
13. Qui Maríam absolvísti. - Et latrónem exaudfsti, Mihi quoque spem dedísti. 
 
14. Preces mere non sunt dignre :
Sed tu bonus fac benígne, Ne perénni cremer igne.
15. .Inter oyes locum prresta, - Et ab hredis me sequéstra, Státuens in parte dextra. 
 
16. Confutátis male- díctis, - Flammis ácribus addíctis : Voca me cum benedíctis. 
 
17. Oro supplex et acclínis, - Cor contrltum quasi cinis: - Gere curam mei finis. 
 
18. Lacrimósa dies il!a, Qua resúrget ex favílla.
19. Judicándus horno reus: - Huic ergo, parce Deus. 
 
20. Pie Jesu Dómine, Dona eis réquiem. Amen.
   1. ¡Oh día de ira aquél en que el mundo se disolverá, atestiguándolo David y la Sibila!
   2. ¡Cuán grande será el terror, cuando el Juez venga a juzgarlo todo con rigor!   
   3. La trompeta, al esparcir su atronador sonido por la región de los sepulcros, reunirá a todos ante el trono de Dios.
    4. La muerte se asombrará y la naturaleza, cuando resucite la criatura, para responder ante el Juez.
   5. Abriráse el libro en que está escrito todo aquello de que el mundo ha de ser juzgado.
   6. Luego que el Juez se hubiere sentado, aparecerá todo lo oculto; nada quedará sin venganza.    
7. ¿ Qué he de decir entonces yo miserable? ¿A qué valedor acudiré, cuando aun el justo apenas estará seguro?
8. ¡Oh Rey de terrible majestad, que a los que se han de salvar los salvas gratuitamente! sálvame, fuente de bondad.
9. Acuérdate, piadoso Jesús, de que soy causa de que vinieses al mundo; no me pierdas en aquel día.    
10. Al buscarme, fatigado te sentaste; me redimiste su friendo en la cruz; que no sea vano tanto trabajo.
11. ¡Oh justo Juez de las venganzas! concédeme el perdón antes del día de la cuenta.
12. Gimo como reo; la culpa ruboriza mi cara. Perdona, Señor, al que te lo suplica.
13. Tú que perdonaste a María (Magdalena), y oíste al buen Ladrón, y a mí mismo me diste esperanza,
14. Mis plegarias no son dignas; pero Tú bueno, muéstrate benigno, para que no arda yo en el fuego eterno.
15. Dame un lugar entre tus ovejas, y apártame de los cabritos, colocándome a tu lado derecho.
16. Arrojádos los malditos a las llamas eternas, llámame con los benditos.
17. Ruégote suplicante y anodadado, con el corazón deshecho como el polvo, que tengas cuidado de mi fin.
18. ¡Oh día de lágrimas aquel en que saldrá del polvo  
19. El hombre para ser juzgado como reo! Perdona a éste Señor.
20. Piadoso Señor Jesús, dales el descanso. Amén. 
Evangelio
USequéntia sancti Evangélii secúndum Joanem ( 6, 37-40)
    In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: omne quod dat mihi Pater, ad me veniet: et eum, qui venit ad me, non eiciam foras: quia descendi de caelo non ut faciam voluntatem meam, sed voluntatem eius, qui misit me. Haec est autem voluntas eius, qui misit me, Patris: ut omne, quod dedit mihi, non perdam ex eo, sed resuscitem illum novissimo die. Haec est enim voluntas Patris mei, qui misit me: ut omnis, qui videt Filium et credit in eum, habeat vitam aeternam et ego resuscitabo eum in novissimo die.
Credo.
  Continuación del Santo Evangelio según S. Juan   En aquel tiempo:  dijo Jesús  a sus discípulos: Todo el que el Padre me da vendrá a Mí; y al que viene a Mí no le desecharé, porque bajé del cielo no para hacer mi voluntad, sino la de Aquel que me envió. Y la voluntad de mi Padre, que me envió, es que no pierda ninguno de los que me ha dado, sino que los resucite en el último día. Por tanto, la voluntad de mi Padre, que me envió,es que todo aquel que reconoce al Hijo y cree en Él tenga la vida eterna, y Yo le resucitaré en el útimo día. - Credo.
    OFFERTORIUM Dómi ne Jesu Christe, Rex glóriae, libera ánimas óm nium fidélium defunctó rum de prenis inférni et de profúndo lacu: libera eas de ore leónis, ne absór beat eas tártarus, ne ca dant in obscúrum: sed sígnifer sanctus Mfchael reprreséntet eas in lucero sanctam: Quam olim Abrahae promisfsti, et sé mini ejus. V. Hóstias et preces tibi, Dómine, lau dis offérimus: tu súscipe pro animábus illis, quarum hódie memóriam fá cimus: fac eas, Dómine, de morte transire ad vitam. Quam olim Abrahae promisísti et sémini ejus.    Ofertorio -  Oh Señor Jesucristo, Rey de la gloria, libra a las almas de todos los fieles difuntos de las penas del infierno y del profundo lago; líbralas de la boca del león, para que no las trague el abismo, ni caigan en las tinieblas, sino que el abanderado de los Ángeles, San Miguel, las con duzca a la luz santa. Que en otro tiempo prometiste a Abrahán y a su descendencia. V. Te ofrecemos, Señor, súplicas y hostias de alabanza; recíbelas en sufragio de aquéllas almas cuya memoria hoy celebramos; haz, Señor, que ellas pasen de la muerte a la vida. Que en otro tiempo prometiste a Abrahán y a su descendencia.
Oración-Secreta
    Propitiáre, Dómine. supplicatiónibus nostris, pro animábus famulórum famularúmque tuárum, pro quibus tibi offérimus sacrificium laudis: ut eas Sanctórum tuórum consórtio sociáre dignéris. Per Dominum.     Muéstrate propicio. oh Señor. a las súplicas que te dirigimos por las almas de tus siervos y siervas por quienes te ofrecemos este sacrificio de alabanza; a fin de que te dignes agregarlas al número de tus Santos. Por nuestro Señor Jesucristo, etc.  
Prefacio de los Difuntos
    VERE dignum et justum est, requum et salutáre, nos tibi semper, et ubique grátias ágere: Dómine sancte, Pater omnipotens, retéme Deus: per Christum Dóminum nostrum. In quo nobis spes beátre resurrectiónis effúlsit, ut quos contristat certa moriéndi conditio, eósdem consolétur futúrre immortalitátis promissio. Tuis enim fidélibus, Dómine, vita mutátur, non tóllitur, et dissolúta terréstris hujus incolátus. Et ídeo, cum Angelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia caeléstis exércitus, hymnum glórire tuae cánimus, sine fine dicéntes:   Sanctus, Sanctus, Sanctus...

   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar, Señor Santo, Padre todopoderoso, Dios eterno, por Cristo nuestro Señor. En Él brilló para nosotros la esperanza de la resurrección dichosa; para que, al contristarnos la cierta condición de que hemos de morir, nos consuele la promesa de la futura inmortalidad. Pues para tus fieles, Señor, la vida se muda, no fenece, y deshecha la casa de esta terrena morada, se adquiere la eterna habitación en los cielos. Y por eso, con los Ángeles y Arcángeles, con los Tronos y Dominaciones y con toda la milicia del ejército celestial cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo, etc.
   COMMUNIO ( 4 Esdr. 2, 35 et 34). - Lux retérna lúceat eis, Dómine: curo Sanctis tuis in retérnum; quia pius es. V. Réquiem aetérnam dona eis, Dómi ne; et lux perpétua lúceat eis. V. Curo Sanctis tuis in retérnum; quia pius es. 
   Comunión. - La Luz eterna les alumbre, Señor, en compañía de tus Santos por siempre, porque eres piadoso. V. Dales, Señor, descanso eterno, y la luz perpetua les alumbre. V. En compañía de tus Santos por siempre, porque eres piadoso.
Oración-Postcomunión
    Praesta, quaesumus, Dómine: ut ánimre famulórum famulatúmque tuárum, bis purgátre sacrificiis, indul géntiam páriter et ré quiem cápiant sempitér nam. Per Dóminum.   Haz, Señor, te rogamos, que las almas de tus siervos y siervas, purificadas con estos sacrificios, alcancen el perdón y el descanso sempiterno. Por nuestro Señor Jesucristo.

2 de Noviembre 
(El 3 si el 2 cae en Domingo.)
CONMEMORACIÓN
 DE LOS 
FIELES DIFUNTOS
TERCERA MISA
(Doble. -Ornamentos negros )
Introito.
    INTROITUS Réquiem aetérnam dona eis, Dómine: et lux perpétua luceat eis. Ps. Te decet hymnus, Deus, in Sion, et tibi reddétur votum in Jerúsalem: exáudi oratiónem meam, ad te omnis caro véniet. - Réquiem aetérnam, dona eis, Dómine: et lux per pétua lúceat eis.   Introito - Dales, Señor, el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua. -Ps. El Cielo te debe, oh Dios, un himno de alabanza, y en la celestial Jerusalén te será tributado un homenaje en nuestro nombre: escucha mi oración, pues a Ti ha de volver todo hombre. - Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz perpetua. 
Oración-Colecta
   ORATIO - Deus, vénire largitor et humánre salú- tis amátor : quresumus cleméntiam tuam; ut áni- mas famulórum famula rúmque tuárum, qure ex hoc sléculo transiérunt, beáta Maria semper Vir gine intercedénte curo ómnibus Sanctis tuis, ad perpéture beatitúdinis con sórtium pervenfre concé das. Per Dóminum.   R. Amen       Oh Dios, dador del perdón y que quieres la salvación del hombre, rogamos a tu clemencia que a las almas de tus siervos y siervas que de este mundo salieron, les concedas llegar al perpetuo consorcio de la bienaventuranza, por intercesión de la bíenaventurada siempre Virgen Maria y de todos tus Santos. Por nuestro Señor.   RAmen.
Epístola   
EPISTOLA   Léctio libri Apocalypsis . (14, 13) -In diébus illis: Au divi vocero de crelo, dicén tem mihi: Scribe: Beáti mórtui, qui in Dómino moriúntur. Amodo jam dicit Spfritus, ut requié scant a labóribus suis: ópera enim illórum seqúntur illos.   Lección del libro de los Macabeos. -  En aquellos días, oí una voz del cielo, que me decía: Escribe: Bienaventurados los muertos que mueren en el Señor. Ya desde ahora dice el Espíritu que descansen de sus trabajos, pues sus obras les acompañan.
    GRADUALE (4 Esdr. 2, 34 et 35Réquiem aetérnam dona eis, Dómine; et lux perpétua lúceat eis. V. In memória aetéma erit justus: ab auditióne mala non timébit.   TACTUS. - Absólve, Dómine, ánimas ómnium fidélium defunctórum ab omnivínculo delictórum. V. Et grátia tua illis succurrénte, mereántur evádere judícium ultiónis. V.  Et lucís retémre beatitúdi De pérfrui.   Gradual - Dales, Señor, el eterno descanso, y la Luz perpetua les alumbre. Salmo. Eterna será la memoria del justo; no temerá oír nada que le aflija.
   
Tracto - Libra, Señor, las almas de todos los fieles difuntos de toda atadura de pe cado. V. Y que, ayudándoles tu gracia, merezcan evitar el juicio de venganza. V. Y gozar de la bienaventuranza de la Luz eterna.
Secuencia
   l. Dies irre, dies illa, Solvet saeclum in favílla: - Teste David cum Sibylla
  
   2. Quantus tremor est futúrus, -  Quando judex est ventúrus  - Cuncta stricte discussúrus! 
 
   3. Tuba mirum spargens sonum - Per sepúlcra regiónum, - Coget omnes ante thronum. 
 
4. Mors stupébit et natúra, - Cum resúrget creatúra, ludicánti responsúra. 
 
5. Liber scriptus proferétur, - In quo totum continétur, Unde mundus judicétur. 
 
6. Judex ergo cum sedébit, - Quidquid latet apparébit: - Nil inúltum remanébit. 
 
7. Quid sum miser tunc dictúrus? - Quem patrónum rogatúrus? - Cum vixjustus sit secúrus. 
     
8. Rex treméndre majestátis, - Qui salvándos salvas gratis, - Salva me, fons pietátis. 
 
9. Recordáre, Jesu pie. - Quod sum causa tuae vire: Ne me perdas illa die. 
 
10. Qurerens me, sedfsti lassus: - Redemísti crucem passus: Tantus labor non sit cassus. 
 
11. Juste judex ultiónis, - Donum fac remissiónis Ante diem ratiónis. 
 
12. Ingemfsco, tamquam reus: -  Culpa rubet vultus meus: Supplicánti parce, Deus. 
  
13. Qui Maríam absolvísti. - Et latrónem exaudfsti, Mihi quoque spem dedísti. 
 
14. Preces mere non sunt dignre :
Sed tu bonus fac benígne, Ne perénni cremer igne.
15. .Inter oyes locum prresta, - Et ab hredis me sequéstra, Státuens in parte dextra. 
 
16. Confutátis male- díctis, - Flammis ácribus addíctis : Voca me cum benedíctis. 
 
17. Oro supplex et acclínis, - Cor contrltum quasi cinis: - Gere curam mei finis. 
 
18. Lacrimósa dies il!a, Qua resúrget ex favílla.
19. Judicándus horno reus: - Huic ergo, parce Deus. 
 
20. Pie Jesu Dómine, Dona eis réquiem. Amen.
   1. ¡Oh día de ira aquél en que el mundo se disolverá, atestiguándolo David y la Sibila!
   2. ¡Cuán grande será el terror, cuando el Juez venga a juzgarlo todo con rigor!   
   3. La trompeta, al esparcir su atronador sonido por la región de los sepulcros, reunirá a todos ante el trono de Dios.
    4. La muerte se asombrará y la naturaleza, cuando resucite la criatura, para responder ante el Juez.
   5. Abriráse el libro en que está escrito todo aquello de que el mundo ha de ser juzgado.
   6. Luego que el Juez se hubiere sentado, aparecerá todo lo oculto; nada quedará sin venganza.    
7. ¿ Qué he de decir entonces yo miserable? ¿A qué valedor acudiré, cuando aun el justo apenas estará seguro?
8. ¡Oh Rey de terrible majestad, que a los que se han de salvar los salvas gratuitamente! sálvame, fuente de bondad.
9. Acuérdate, piadoso Jesús, de que soy causa de que vinieses al mundo; no me pierdas en aquel día.    
10. Al buscarme, fatigado te sentaste; me redimiste su friendo en la cruz; que no sea vano tanto trabajo.
11. ¡Oh justo Juez de las venganzas! concédeme el perdón antes del día de la cuenta.
12. Gimo como reo; la culpa ruboriza mi cara. Perdona, Señor, al que te lo suplica.
13. Tú que perdonaste a María (Magdalena), y oíste al buen Ladrón, y a mí mismo me diste esperanza,
14. Mis plegarias no son dignas; pero Tú bueno, muéstrate benigno, para que no arda yo en el fuego eterno.
15. Dame un lugar entre tus ovejas, y apártame de los cabritos, colocándome a tu lado derecho.
16. Arrojádos los malditos a las llamas eternas, llámame con los benditos.
17. Ruégote suplicante y anodadado, con el corazón deshecho como el polvo, que tengas cuidado de mi fin.
18. ¡Oh día de lágrimas aquel en que saldrá del polvo  
19. El hombre para ser juzgado como reo! Perdona a éste Señor.
20. Piadoso Señor Jesús, dales el descanso. Amén. 
Evangelio
USequéntia sancti Evangélii secúndum Joanem ( 6, 51-55)
    In illo témpore:Dixit Jesus tur bis Judreórum: Ego sum panis vivus, qui de cIelo descéndi. Si quis mandu- cáverit ex hoc pane, vivet in retérnum: et panis, quem ego dabo, caro mea est pro mundi vita. Liti- gábant ergo Judléi ad fn- vicem, dicéntes:Quómodo potest hic nobis car- nem suam daTe ad man ducándum? Dixit ergo eis Jesus: Amen, amen dico vobis: nisi mandu- cavéritis carnem Fflii hó- mini s, et bibéritis ejus sánguinem, non habébitis vitam in vobis. Qui man- dúcat meam carnem et , bibit meum sánguinem, resuscitábo eum in novis:
Credo.
  Continuación del Santo Evangelio según S. Juan   En aquel tiempo:  dijo Jesús a las turbas de los judíos: «Yo soy el Pan vivo, que ha bajado del cielo. Quien comiere de este Pan vivirá eternamente; y el Pan que Yo daré es mi misma carne, dada para vida del mundo.» Comenzaron entonces los judíos a altercar unos con otros, diciendo: «¿ Cómo puede éste damos a comer su carne?» Pero Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo que, si no comiereis la carne del Hijo del hombre y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros. Quien come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y Yo le resucitaré en el último día.» - Credo.
    OFFERTORIUM Dómi ne Jesu Christe, Rex glóriae, libera ánimas óm nium fidélium defunctó rum de prenis inférni et de profúndo lacu: libera eas de ore leónis, ne absór beat eas tártarus, ne ca dant in obscúrum: sed sígnifer sanctus Mfchael reprreséntet eas in lucero sanctam: Quam olim Abrahae promisfsti, et sé mini ejus. V. Hóstias et preces tibi, Dómine, lau dis offérimus: tu súscipe pro animábus illis, quarum hódie memóriam fá cimus: fac eas, Dómine, de morte transire ad vitam. Quam olim Abrahae promisísti et sémini ejus.    Ofertorio -  Oh Señor Jesucristo, Rey de la gloria, libra a las almas de todos los fieles difuntos de las penas del infierno y del profundo lago; líbralas de la boca del león, para que no las trague el abismo, ni caigan en las tinieblas, sino que el abanderado de los Ángeles, San Miguel, las con duzca a la luz santa. Que en otro tiempo prometiste a Abrahán y a su descendencia. V. Te ofrecemos, Señor, súplicas y hostias de alabanza; recíbelas en sufragio de aquéllas almas cuya memoria hoy celebramos; haz, Señor, que ellas pasen de la muerte a la vida. Que en otro tiempo prometiste a Abrahán y a su descendencia.
Oración-Secreta
    Deus, cujus misericórdire non est númerus, súscipe propitius preces humilitátis nostrae: et animábus ómni ¡ um fidélium defunctó rum, quibus tui nóminis d dedfsti confessiónem, per a hac sacraménta salútis d nostrre, cunctórum re missiónem tribue peccatórum. Per Dóminum.     Oh Dios, cuya misericordia no tiene número, recibe propicio nuestras humildes súplicas, y concede, por estos sacramentos de nuestra salvación, la remisión de todos sus pecados a las almas de todos los fieles difuntos, a quienes diste la fe de tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo. etc.  
Prefacio de los Difuntos
    VERE dignum et justum est, requum et salutáre, nos tibi semper, et ubique grátias ágere: Dómine sancte, Pater omnipotens, retéme Deus: per Christum Dóminum nostrum. In quo nobis spes beátre resurrectiónis effúlsit, ut quos contristat certa moriéndi conditio, eósdem consolétur futúrre immortalitátis promissio. Tuis enim fidélibus, Dómine, vita mutátur, non tóllitur, et dissolúta terréstris hujus incolátus. Et ídeo, cum Angelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia caeléstis exércitus, hymnum glórire tuae cánimus, sine fine dicéntes:   Sanctus, Sanctus, Sanctus...

   Verdaderamente es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar, Señor Santo, Padre todopoderoso, Dios eterno, por Cristo nuestro Señor. En Él brilló para nosotros la esperanza de la resurrección dichosa; para que, al contristarnos la cierta condición de que hemos de morir, nos consuele la promesa de la futura inmortalidad. Pues para tus fieles, Señor, la vida se muda, no fenece, y deshecha la casa de esta terrena morada, se adquiere la eterna habitación en los cielos. Y por eso, con los Ángeles y Arcángeles, con los Tronos y Dominaciones y con toda la milicia del ejército celestial cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo, etc.
   COMMUNIO ( 4 Esdr. 2, 35 et 34). - Lux retérna lúceat eis, Dómine: curo Sanctis tuis in retérnum; quia pius es. V. Réquiem aetérnam dona eis, Dómi ne; et lux perpétua lúceat eis. V. Curo Sanctis tuis in retérnum; quia pius es. 
   Comunión. - La Luz eterna les alumbre, Señor, en compañía de tus Santos por siempre, porque eres piadoso. V. Dales, Señor, descanso eterno, y la luz perpetua les alumbre. V. En compañía de tus Santos por siempre, porque eres piadoso.
Oración-Postcomunión
    Prae sta, quaesumus, omnipo tens et miséricors Deus: ut ánima: famulórum fa mularúmque tuárum, pro quibus hoc sacrificium laudis ture obtúlimus ma jestáti, per hujus virtú tem sacraménti a peccátis ómnibus expiátre, lucis perpéture, te miseránte,
recípiant beatitúdinem. . Per Dóminum.
   Suplicámoste, oh Dios omnipotente y misericordioso, que las almas de tus siervos y siervas por quienes hemos ofrecido a tu Majestad este sacrificio de alabanza, limpias de todo pecado por virtud de este sacramento, merezcan, por tu misericordia, gozar de la luz eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.