4 de marzo
SAN ADRIÁN y COMPAÑEROS,
Mártires
En el siglo IX, durante una de sus numerosas incursiones en la costa de Escocia, los daneses asesinaron a San Adrián y a sus compañeros, quienes se habían retirado al monasterio de la Isla de Mayo, después de haber trabajado mucho por la evangelización de Fifeshire. Poseemos pocos datos sobre la vida de esos santos. San Adrián, según cuenta el Breviario de Aberdeen, descendía de sangre real y había sido obispo de Panonia, en Hungría, su tierra natal. Movido por el celo misional, pasó a Escocia junto con Clodión, Gayo, Estolbrando, Monán y otros 6,602 compañeros, todos los cuales murieron con él. Parece que en Escocia no tuvo sede fija, aunque se ha afirmado que fue obispo y aun arzobispo de Saint Andrews. Algunos historiadores modernos le identifican con el santo irlandés Odhrán y se inclinan a creer a Boecio, quien afirma que todos estos mártires eran ingleses y escoceses. Los ingleses eran, probablemente, discípulos de San Aca, el cual, desterrado de Nortumbría fundó una sede episcopal entre los pictos; los escoceses e irlandeses podrían ser Adrián y sus compañeros, a quienes las incursiones de los daneses obligaron a emigrar de Irlanda a Firth of Forth. Fordun afirma que los mártires eran 100. En todo caso, en 875, tuvo lugar una batalla entre los escoceses y los daneses, en la que murieron muchos de aquellos. En el Breviario de Aberdeen, publicado en 1509, el oficio de los mártires tiene nueve lecciones.
San David I construyó un convento en la Isla de Mayo y lo entregó a los benedictinos de Reading, pero más tarde pasó a manos de los canónigos regulares de San Andrés. La Isla de Mayo se convirtió en un sitio de peregrinación, al que acudió repetidas veces el rey escocés Jacobo IV.
Ver el Breviario de Aberdeen, y KSS, pp. 266-268.
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