23 de septiembre
"Si encontramos amarga la admirable suavidad del yugo del Señor,
¿no será porque la corrompe la amargura de nuestra falta de
correspondencia? Si la alegre ligereza de la carga divina nos es
tan pesada, ¿no será porque, llevados de una orgullosa
presunción, despreciamos a aquel que nos ayuda a llevarla?"
(Casiano)
¿no será porque la corrompe la amargura de nuestra falta de
correspondencia? Si la alegre ligereza de la carga divina nos es
tan pesada, ¿no será porque, llevados de una orgullosa
presunción, despreciamos a aquel que nos ayuda a llevarla?"
(Casiano)
Mientras San Socio leía el Evangelio en la Iglesia el santo Obispo Januario vio que de su cabeza se levantaba una llama, y por este hecho, profetizó que Socio sería mártir. Efectivamente, pocos días después, a los 30 años de edad, en compañía del mismo Obispo, San Socio alcanzó la palma del martirio. Ambos fueron degollados. |
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