5 de Mayo
SAN HILARIO DE ARLÉS,
Obispo
(449)
San Hilario nació a principios del siglo V, en una noble familia, y era pariente de San Honorato, quien había buscado la soledad y el silencio en la abadía de Lerins, por él fundada. Era su deseo que su pariente Hilario siguiese su misma vida. Ni corto ni perezoso, Honorato dejó su abadía para intentar convencer a nuestro santo de que lo siguiese. Pero Hilario no estaba por la labor y no hizo caso a esta propuesta. Sin embargo, las palabras de Honorato hicieron huella en Hilario, que empezó a pensar en que, a lo mejor, el Señor lo estaba llamando. Después de un tiempo de reflexión, se decidió a seguir a su pariente Honorato, y se presentó en la abadía de Lerins, donde abrazó la vida monástica. Sucedió a su pariente como segundo abad cuando Honorato fue nombrado obispo de Arles, y luego, en el año 429, lo sucedió también en la silla episcopal, cuando no había cumplido aún treinta años.
Desplegó entonces una actividad frenética por toda su archidiócesis, visitando monasterios y obispados. Solía recorrer su diócesis descalzo, aunque nevase, predicaba horas y horas a sabios y a ignorantes, queriendo que todos compartiesen el tesoro de su fe. Era tierno y compasivo con los pecadores y duro hasta la denuncia pública y arriesgada con los grandes personajes. Se decía de él que era muy dedicado en todo, pero en lo que más trabajó fue en la caridad con los demás. Su ardor era tal que exasperaba a muchos, y le causó no menos problemas, como la vez que nombró un obispo para una sede que aun no estaba vacante, sólo porque el obispo titular estaba enfermo, cuando este se repuso, tuvo que intervenir el Papa para quitar a uno, el nombrado por Hilario, y así evitar el cisma.
A pesar de todo, nuestro santo dio toda su vida testimonio de una amor entregado y apasionado a Jesucristo, hasta su muerte en el año 449.
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