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martes, 6 de marzo de 2012

SAN CIRILO DE CONSTANTINOPLA


6 de marzo

SAN CIRILO DE CONSTANTINOPLA,

   En el suplemento carmelitano del Martirologio Romano se leen en este día: "En Tierra Santa, San Cirilo, confesor de la Orden del Carmelo, quien con su saber y santidad convirtió a numerosos paganos a la fe y gobernó durante veintisiete años su orden, con gran alabanza. Finalmente, en el reinado de los emperadores Felipe y Otón, descansó en el Señor." Este resumen biográfico es muy poco de fiar. Así, por ejemplo, los emperadores Felipe de Suabia y Otón IV (pues de ellos se trata, indudablemente), no fueron colegas en su gobierno, sino que Otón fue el rival y el sucesor de Felipe. Por otra parte, Otón IV murió en 1218 y en ese año el predecesor de Cirilo era todavía prior general de los carmelitas. Será inútil entrar en detalles sobre la fantástica vida de San Cirilo, que se inventó más tarde y puede leerse todavía en las lecciones del Breviaro de los carmelitas. Según dicha biografía, Cirilo era un destacado sacerdote de Constantinopla, que había prestado magníficos servicios a la Iglesia en la controversia con los ortodoxos griegos acerca del "Filioque". El emperador Manuel Comneno le había enviado como embajador ante el Papa Alejandro III. En realidad, todo lo que sabemos sobre San Cirilo es que, hacia el año 1232, fue nombrado prior general de su orden en Palestina, que sólo desempeñó ese cargo durante dos años y que, debido a una increíble confusión de su nombre con los de San Cirilo de Alejandría y San Cirilo de Jerusalén, se le atribuyeron muy posteriormente un hipotético tratado sobre la procedencia del Espíritu Santo, un estudio sobre el desarrollo de la Orden del Carmelo y una profecía muy discutida "transmitida solemnemente del cielo por ministerio de los ángeles a San Cirilo de Constantinopla, el carmelita". Probablemente el primero de dichos escritos no existió nunca y los otros dos eran simples falsificaciones. Sin embargo, a causa de la popularidad que alcanzaron en el siglo XIII los proverbios místicos y proféticos que se atribuían a Joaquín de Flora, el supuesto "Oráculo de San Cirilo", mencionado por primera vez en 1295, jugó un importante papel en la controversia sobre el "Evangelio Eterno" de Joaquín de Flora. Gracias a ello, el nombre de San Cirilo se hizo muy famoso. La confusión con los otros dos Cirilos, que habían vivido 800 ó 900 años antes, llevó a los carmelitas a honrarle como santo y doctor de la Iglesia. Sin embargo, el Martirologio Romano no menciona a este San Cirilo de Constantinopla.

   El P. Benito Zimmerman hizo investigaciones muy serias y completas sobre San Cirilo. Presentó los resultados de dichas investigaciones, en forma sumaria, en la Catholic Encyclopedia (vol. IV, p. 595) y, en forma más amplia, en Monumenta Historica Carmelitana, pp. 295-311, y en el artículo con que contribuyó a la Bibliotheque Liturgique de U. Chevalier (vol. XIII, pp. 289-291 y 329-332). La biografía imaginaria de San Cirilo puede leerse con cierto detalle en Acta Sanctorum, marzo, vol. l. En las notas del P. Zimmerman se hallarán las referencias bibliográficas de la literatura que existe sobre Joaquín de Flora y el Oráculo de San Cirilo, en particular los artículos del cardenal Ehrle en Archiv für Litteratur und Kirchengeschichte.

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