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sábado, 17 de marzo de 2012

BEATO JUAN SARKANDER, Mártir


17 de marzo

BEATO JUAN SARKANDER,
Mártir
(1620)

   Jan Sarkander, quien terminó su vida como mártir por guardar el secreto de la confesión, nació el 20 de diciembre de 1576 en la ciudad de Skoczbw, en Silesia, entonces en el principado de Cieszyn, que desde 1291 formaba parte del reino de Bohemia. Fue hijo de Gregorio Matias Sarkander y de Elena Gorecka. En 1593 ingresó en el colegio de los jesuitas en Praga, donde se ordenó sacerdote. Al regresar a la diósesis de olomuc, atrajola atención del obispo, cardenal von Dietrichstein, quien lo nombró párroco de Holeshov. Ese distrito había sido cuna de herejías; pero san Juan, apoyado por el barón Lobkovitz y algunos padres de la Compañía de Jesús, reedificó la fe entre los habitantes y reconcilió a más de doscientos cincuenta herejes con la Iglesia. Sus actividades atrajeron sobre sí la ira del poderoso terrateniente Bitowsky von Bystric, que era anticatólico y enemigo acérrimo de Lobkovitz.

   En 1618, a principios de la guerra de los treinta años, se levantó una revuelta en Moravia; los protestantes tomaron las riendas del gobierno y empezaron a perseguir a todas las instituciones católicas. Por consejo de sus amigos, San Juan salió de Holleschan y se fue a Cracovia, donde permaneció por algunos meses. Tan pronto como la prudencia se lo aconsejó, volvió a su parroquia y comenzó a reorganizar su dispersa grey; en febrero de 1620, las tropas polacas enviadas a ayudar al emperador, entraron en Moravia, cometiendo toda clase de pillajes. Cuando se acercaban a Holleschau, Sarkander, a la cabeza de sus feligreses, salió a encontrarlos, llevando consigo el Santísimo Sacramento. Como piadosos cristianos, los polacos desmontaron de sus cabalgaduras, se arrodillaron y pidieron la bendición del sacerdote. No solamente dejaron Holleschau intacto, sino que dieron orden a las tropas que los seguían de pasar sin tocar la población. Sarkander fue el héroe de Holleschau, pero con esto firmó su sentencia de muerte. Bitovsky, su enemigo, lo mandó encarcelar en Olomouc con la acusación de traición a la patria. Se trataba de un pretexto de carácter político, porque en realidad lo hacia por odio a la fe católica.
El proceso se desarrolló del 13 al 18 de febrero de 1620. En calidad de confesor y consejero de Lobkovic, fue acusado de estar al tanto de la invasión militar de Moravia. Él se defendió diciendo que nada de eso le fue revelado en confesión, pero que, si hubiera sabido algo en la administración de ese sacramento no lo habría revelado de ninguna manera.

   En los interrogatorios lo sometieron a numerosos tormentos, entre ellos el potro y la aplicación de antorchas encendidas. Herido e inconsciente fue arrojado a un calabozo húmedo y oscuro. Allí, después de un mes de sufrimientos a causa de los suplicios, murió el 17 de marzo de 1620. La noticia de una muerte tan cruel se difundió rápidamente y dio origen a una veneración que se ha mantenido hasta nuestros días, especialmente en Moravia, Silesia y en todas las regiones del ex imperio de Austria.

   El proceso de beatificación fue introducido en 1715, pero las vicisitudes históricas poco favorables no permitieron concluirlo antes del 11 de septiembre de 1859. El Papa Pio IX lo proclamó beato, el 6 de mayo de 1860.

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